Recientemente leí un artículo escrito por Richard C. Brasser en la revista Club Management, en donde comentaba que los socios valoran el gasto que le supone pertenecer a un club de dos maneras, una de forma lógica y otra de forma emocional. Leer Más
La primera de ellas, es donde interviene factores tales como, las veces que utilizo mi club, que descuentos me están ofreciendo, que beneficios me aportan… factores todos comunes a cualquier tipo de actividad de entretenimiento.
Cuando en la decisión de un gasto, entra la parte emocional, todo cambia. En Psicología se dice que una compra importante se realiza por razones emocionales y se justifica luego con datos lógicos o intelectuales.
¿Nos hemos parado a pensar qué es lo que busca una persona o familia para hacerse socia de un club? Quizás el mejor campo de golf, la casa club más grande, el vestuario más lujoso, el menú más apetitoso, la piscina más espectacular… Creo que esto es lo que nosotros pensamos.
Estamos inmersos hoy en día en una sociedad de consumo, con tiempo limitado, viajes, horarios estresantes, viajes continuos, entretenimientos de todo tipo, actividades familiares, competencia por doquier… y todo esto no rema a favor de las afiliaciones. Esto lo tenemos claro.
Los factores que intervienen en la compra de un producto como la adhesión, pasa por poner en el denominador el coste solicitado, y en el numerador, las veces que creemos que podemos disfrutarla, más los beneficios que nos van a ofrecer y esto lo multiplicamos por un factor clave que a continuación comentaremos, y si todo esto hace que la ecuación nos dé un resultado satisfactorio, pues nos hacemos socios.
Pues bien este factor que tanto afecta no es otro, que el tan comentado por Gregg Pattersson en sus charlas, la comunidad “The Comunitty”
Me gusta mi Club porque tengo a mis amigos, a mis colegas, mi mujer tiene a sus íntimas, a sus inseparables, mis hijos a sus compañeros de aventuras, a sus amiguetes… fomenta esto y tendrás ganada la batalla emocional.
Incrementa en un club las opciones de relación social entre los miembros, y verás multiplicadas tus opciones de permanencia de los socios en el club, y lograrás captar nuevos miembros con garantías y mayor permanencia.
¿Fomentamos en nuestros clubes las relaciones entre los socios? ¿Buscamos a través de los socios futuras incorporaciones? ¿Ponemos a disposición de los socios medios de comunicación para poder relacionarse?
Pablo Riestra. Consultor de golf