Es por todos conocido que dos de las grandes pasiones del presidente de los Estados Unidos son el baloncesto y el golf. Hace unos días pudo disfrutar de ambas al mismo tiempo, y es que emprendió un viaje hacia Martha’s Vineyard (Massachussetts) para jugar unos hoyos junto a Stephen Curry –y su padre Dell Curry, también exjugador– y Ray Allen.
El primero, recientemente ganador del anillo de campeón de la NBA y nombrado jugador más valioso de la temporada regular. El segundo, una eminencia dentro de la mejor liga de baloncesto del planeta. A sus 40 años, “Jesus Shuttlesworth” –apodo por el que le conocen tras interpretar a un personaje con el mismo nombre en la película He Got The Game, dirigida por Spike Lee– es el máximo triplista de la historia de la liga, y le queda cuerda para rato.
Y ahí estaban los cuatro, disfrutando de una hermosa mañana de verano jugando por parejas al golf. Padre e hijo formaron un equipo, mientras que Allen y Obama compusieron el otro. Hasta aquí todo normal, pero la noticia surgió a raíz de unos comentarios de Stephen Curry en el programa de televisión norteamericano Jimmy Kimmel Live. “Barack Obama hace trash talk”.
No se asusten. El trash talk no se trata de ninguna especie de ritual ni nada por el estilo. Simplemente es ejercer ese tipo de comentarios molestos, que buscan irritar y desconcentrar al adversario. Así es como lo explicaba el propio jugador:
“Tenía un putt de un metro, quizá un poco más. En los partidos amistosos donde no estás jugando por algo, lo normal es que te concedan el golpe y recojas la bola. Eso no es lo que sucedió”, relataba Curry. “Él no jugó limpio. Simplemente se quedó en silencio para, unos segundos después comenzar a preguntarme: ? ¿Vas a convertir el putt? ¿Realmente vas a hacerlo?? Tenía mucha presión encima. De ahí pasó al ?oh, estás temblando ? y este tipo de cosas. Había 25 agentes del servicio secreto en cada hoyo y francotiradores en todos sitios. No necesitaba añadirle más aditivos para hacerlo interesante”, comentó entre risas el jugador de 27 años.
Pero Obama tenía para todos, incluso para Allen, al que le comentó que “necesitaba un autobús” para transportar a toda la gente que había llevado para conocer al presidente de los Estados Unidos.
Los Curry, por cierto, perdieron. “Hice un triple bogey en el último hoyo y perdimos el partido. Esperemos que haya revancha”. Veremos si Obama vuelve a acudir a las artes oscuras para destronar al campeón de la NBA.
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