Es una máxima en el deporte del golf, jugar la bola donde reposa -siempre que no se declare injugable, claro, o se tenga que dropar por otros motivos-, con ello nos evitaríamos muchos problemas aunque en el caso de este jugador esa máxima la llevó hasta el extremo. Y es que este zurdo jugó la bola sobre un islote de hielo que se había originado dentro de un lago y cuando muchos podríamos pensar que el batacazo sería morrocotudo -además llovía- el golfista se sacó un chip de la manga que nos dejó con la boca abierta, increíble.






Un comentario
Gran salvada!! Pero evidentemente no estaba en competencia.