El marketing nunca dejará de sorprendernos. No es extraño cruzarse por los campos de golf con gente que lleva la gorra de Rory McIlroy, las camisetas de Rickie Fowler e incluso alguno habrá que se deje llevar por la excentricidad de los pantalones de John Daly. Todo sea por parecernos un poco más a nuestros ídolos y golpear la bola pensando que estamos en el Augusta National en un abril primaveral.
Sin embargo, cualquier medida que se lleve a la práctica parece escasa para hacernos sentir un verdadero profesional. Pero no teman, que ya ha llegado la solución definitiva de la mano del PGA Tour. Y es que nunca nos habíamos llegado a considerar del todo golfistas porque no olíamos como ellos. Ahí estaba el kit de la cuestión.
PGA Tour ProSport es la nueva fragancia que ha llegado hace escasas horas a las tiendas. Un solo “click” con su dosificador y será la envidia de sus compañeros de juego. En un abrir y cerrar de ojos usted poseerá la fuerza de los largos driver de Bubba Watson, la puntería de los lejanos putts de Rory McIlroy y la elegancia y técnica de Phil Mickelson.
Eso al menos es lo que deja entrever la campaña publicitaria, que afirma “estar inspirada en la competitividad, en la innovación y en la naturaleza del golf”. Pero, ¿qué es la naturaleza del golf? Porque puede ser hierba, pero también podría tratarse del guante húmedo que olvidó sacar de su bolsa el último fin de semana.
En realidad, ProSport se describe como “una ráfaga vigorizante de cítricos, seguida de menta fresca y una mezcla de madera”. Es decir, que si no le sobreviene la inspiración divina pues, al menos, se sentirá fresco mientras disfruta de su deporte preferido.
La botella de 100 ml. tiene un precio de 58 dólares y puede adquirirse desde hoy mismo en la carpa de merchandising del The Players. Corran o se quedarán sin ella.