No habíamos vuelto a escuchar al zurdo de San Diego desde su amarga despedida de Pebble Beach. Después de poder tocar el trofeo con las yemas de los dedos se le acabó escapando por tan solo un impacto, un golpe que se escenificó en la corbata del último hoyo. Nunca un segundo puesto había sido tan doloroso… ¿o sí?
La verdad es que Mickelson cuenta con una larga trayectoria en esto de los subcampeonatos. De hecho, en su carrera el estadounidense ha finalizado en esta posición ¡hasta en diez ocasiones en sus participaciones en Majors! Sin embargo, él no se molesta por ello e incluso piensa que los cinco Grandes que ha conseguido (3 Masters de Augusta, 1 PGA Championship y 1 British Open) son recompensa suficiente para lo que ha sido su trayectoria profesional.
Esto al menos es lo que ha reflejado en una entrevista reciente con los compañeros de Golf.com que intentaron, sin éxito, que el deportista de 45 años se saliera de su imagen habitual de gentleman. “Si soy sincero podría decir que el único campeonato de los que no salí victorioso y que igual debería haber ganado sería el US Open del año 2006 –se impuso Geoff Ogilvy por un golpe ante el propio Mickelson, Furyk y Colin Montgomerie-. Pero tampoco diría completamente la verdad, porque esa semana estuve muy mal con el driver. No sé ni siquiera cómo pude pelear hasta el final”, reconoció Lefty.
“Recuerdo que iniciado el último hoyo tenía un golpe de ventaja. Solo necesitaba hacer el par para ganar. Esa es la vez que más cerca he estado del triunfo sin lograrlo. Luego ha habido más oportunidades, pero a ciencia cierta es difícil contabilizar qué torneos hubiese ganado de haber o no haber hecho tal cosa. Lo cierto es que los que tengo en el palmarés son los únicos que están ahí”, concluyó.
Sorprende ver con qué tranquilidad habla de este US Open, sobre todo siendo el único Major que le falta para completar el Grand Slam. Phil Mickelson, un señor dentro y fuera de los campos.