Esta semana será muy especial para Phil Mickelson. El jugador de San Diego regresa al campo que le vio crecer, Torrey Pines, para disputar el Farmers Insurance Open por vigésima quinta vez en su carrera.
«Este no va a ser un evento más para mí, porque cada vez que juego aquí recuerdo cuando era niño, cuando venía con mi padre y soñaba con estar algún día por dentro de las cuerdas”, dijo Mickelson al PGA Tour.
A la pregunta de quién era el jugador al que prefería ver en aquella época, el jugador a zurdas no dudó un instante: Seve Ballesteros.
Mickelson tuvo la oportunidad de jugar por primera vez con el gran campeón español en 1988 cuando contaba con 17 años de edad tras haber ganado una de las dos plazas disponibles para los jugadores amateurs en el evento del PGA Tour. Esa sería la segunda aparición -y última- del genio de Pedreña en Torrey Pines.
Fue Ernie González, jugador local miembro del PGA Tour en la década de los 80, quién organizó una partida entre Seve Ballesteros y el joven, en aquella época, Phil Mickelson. El español no le defraudó.
“En muchas ocasiones sabes que con ciertas personas te llevarás una decepción, con Seve nunca ocurrió eso”, dijo. «Tuve la oportunidad de pasar mucho tiempo con Seve lo largo de los años, nos encontramos en varias sesiones fotográficas para la firma Hugo Boss, hemos jugado rondas de prácticas juntos, y desde el primer día que jugué con él se mostró divertido, elegante,… era emocionante verle, nunca me defraudó.”