La pasión del golfista inglés por los coches –más concretamente por los Ferrari- no es nueva. En alguna ocasión ya habíamos podido verle enseñando toda su colección a través de fotografías. De hecho, a comienzos de este 2016 amplió la familia con la adquisición del Ferrari 458 Speciale Aperta, una bellísima máquina de color blanco que, junto a la restauración del Ferrari 275 de la década de los 60, ponía la guinda al pastel de este extraordinario concesionario particular. Sin embargo, ninguno de estos es su modelo preferido y lo hizo saber en las redes sociales.
A través de su cuenta de Instagram, el deportista inglés presumió del F40, la joya de la corona –puede adquirirse en el mercado por unos 460 mil euros-. Y no contento con mostrarnos su espléndida carrocería, su reluciente interior y su genuina figura, quiso hacer al público partícipe de la velocidad grabándose un vídeo mientras conducía la pieza. “Wow, esto es increíble”, comentaba mientras pisaba el acelerador. “Escuchad esto, el rugido es asombroso. ¡Me encanta este coche!”, puntualizó.
Si bien es cierto que una de las figuras más reconocidas de la Ryder en los últimos años –lleva un registro de ocho victorias, dos empates y tan solo dos derrotas- no podrá estar en Hazeltine como jugador debido a su caída en la clasificación como consecuencia de una larga lesión en el pie, poco le importará sabiendo que puede ahogar sus penas con el volante del cavallino rampante en las manos.