Decía un famoso anuncio que la potencia sin control no sirve de nada, pero ¿qué les parece si juntamos ambas cualidades y hacemos con ella un vídeo? Esta misma pregunta se la debieron hacer los protagonistas del siguiente sketch -David Coulthard y el profesional Jake Shepherd- que, con un Mercedes de gran cilindrada, un driver y una pista de despegue de un aeropuerto hicieron maravillas hace ya algún tiempo.
La locura consistía en que uno de los dos golpeaba con el driver la bola y el otro tenía que correr con el Mercedes SLS descapotable para intentar que la pelota se alojara dentro del vehículo a cerca de 240 kms. hora. ¿Temeridad? Puede. Pero lo bien que se lo pasaron no está pagado con nada.





