El golf regresará en unos meses a una cita olímpica 112 años después. A Río de Janeiro acudirán algunos de los mejores jugadores del mundo –hay que tener en cuenta la restricción de cuatro golfistas como máximo por país-. Será la oportunidad perfecta para ver el hambre de los deportistas por entrar en la leyenda del golf y convertirse en el primero en conseguir la medalla de oro en el siglo XXI.
Pero, por increíble que parezca, no todos los primeros espadas están deseando llegar al Campo Olímpico de Golf de Marapendi para alzarse con el primer puesto. Sin ir más lejos, Rory McIlroy –actual número dos mundial- afirmó en una reciente entrevista a la CNN que, puestos a elegir, cambiaría la medalla de oro olímpica por una Chaqueta Verde en Augusta: “Sin lugar a dudas podría esperar una nueva oportunidad en Tokio 2020 si con ello me aseguran una victoria en el Masters”, aseveró con confianza el norirlandés.
Y es que, al igual que ocurriera hace doce meses, Rory sigue necesitando conquistar el Augusta National para poder presumir de Grand Slam y así sumarse a Bobby Jones y, más recientemente, a Jack Nicklaus, Ben Hogan, Gary Player, Gene Sarazen y Tiger Woods como el primer europeo en conquistar esta hazaña y el séptimo en lograr vencer en los cuatro Majors.
Un semidesconocido por aquel entonces llamado Jordan Spieth le privó de su sueño el año pasado con aquel torneo en el que igualó la puntuación más baja de toda la historia del Masters de Augusta -270 golpes para un total de -18-. El resto ya lo conocen. El texano volvió a vencer en el US Open y al final de temporada acabó desbancando al norirlandés del número uno mundial, una posición que se ve con fuerzas de recuperar próximamente.
“Ganar el Masters, subir de nuevo al número 1, la Ryder Cup… Son muchos objetivos, pero este año –al contrario que el año pasado- no pienso escribírmelos en la parte trasera de un billete de avión. Ahora no tengo la necesidad de escribirlos porque no se me van de la cabeza ni un solo segundo”.
Que tiemble Augusta, porque el europeo llega con ganas de revancha.