Hay muchas cosas por las que se pueden criticar al golfista norirlandés, pero la falta de sinceridad no es ninguna de ellas. A lo largo de toda su carrera ha demostrado que no le tiene ningún miedo al micrófono y si hay que criticar algo lo hace sin pelos en la lengua. Y esta semana lo ha vuelto a hacer en la previa del Dubai Desert Classic, tercer y último torneo de la llamada gira del desierto del circuito europeo.
Y es que el jugador europeo salió al paso de los recientes comentarios vertidos en los medios de comunicación por Jordan Spieth, Jason Day o Rickie Fowler, quienes apuntaron que el tema del Big 3, Big 4 o cualquier otro método de calificación por parte de los periodistas era poco más que una tontería. McIlroy, lejos de desautorizar a sus colegas, les echó un capote y dejó claro que éste es un tema del que sólo sacan beneficio los mass media.
“Honestamente, creo que los medios de comunicación han exagerado un poco el asunto del Big 3”, afirmó Rory en una reciente entrevista concedida a la CNN. “Todos queremos vencernos mutuamente y nos importa bastante poco si somos uno, dos o tres”, reconoció el ganador de 4 Majors, que tendrá en Augusta otra oportunidad para coronarse como el primer jugador europeo de la historia en conseguir el Grand Slam.
Hace unos días, en una conversación con el diario The Guardian, Jordan Spieth dejaba también caer una idea similar acerca de lo fácil que resulta para los periodistas etiquetar a los jugadores. “La gente está intentando crear algo artificialmente en un espacio muy corto de tiempo. Rory, Jason y yo no llevamos ni un año ocupando los tres primeros puestos del ranking mundial. Estas discusiones no hacen otra cosa que añadir elementos en la cabeza que quizá no deberían estar ahí”, sentenció el texano.
Y puede que no le falte razón. Las leyendas se forjan con el paso de los años, no en cuestión de meses.