Lo decíamos hace unas semanas: Brooks Koepka se ha llevado el Jugador del Año de la PGA de América, pero no sería nada descabellado que el galardón que premia al mejor golfista del PGA Tour –y que, al contrario que el del máximo organismo americano, votan los jugadores– pudiera caer en las manos de Rory McIlroy. Dicho y hecho. Este miércoles se han dado a conocer los resultados y el jugador norirlandés se ha hecho con este preciado galardón, el tercero de su palmarés tras los de 2012 y 2014.
A pesar de que el de Hollywood no ha logrado ningún triunfo en un Grande este curso –todo lo contrario que el estadounidense, que se impuso en el PGA Championship por segundo año consecutivo, sumó dos subcampeonatos en el Masters y en el US Open y logró un cuarto puesto en el British-, los triunfos del europeo en el Players, el Canadian Open y el Tour Championship han supuesto que le pudiera dar la vuelta a la tortilla a una situación que parecía complicada.
“Creo que esto dice mucho acerca de lo que los jugadores del PGA Tour consideran importante”, comentó Rory tras ser elegido ganador. “Creo que los jugadores sienten que no solo son importantes cuatro semanas al año… Es un gran voto de confianza para todos los que pensamos que jugamos por algo más de lo que dicen los números”, sentenció. Aunque el Jugador del Año del PGA Tour, también conocido como el Jack Nicklaus Award, no fue el único premio que se repartió en la tarde del miércoles.
Y es que también se dio a conocer que el surcoreano Sungjae Im se ha llevado el galardón a Rookie del Año después de ser el único novato que consiguió clasificarse para el Tour Championship tras jugar más eventos que cualquier otro golfista durante el curso pasado.