“Si yo fuera golfista y mi pareja estuviera sufriendo insultos, le diría: ‘Quédate en el hotel, cariño. Te veo esta noche cuando vuelva”, dijo Keane
La reciente Ryder Cup en Bethpage Black dejó momentos históricos dentro y fuera del campo. Mientras Rory McIlroy intentaba centrar la atención en el extraordinario desempeño del equipo europeo, tras ser blanco de insultos personales y la agresión a su esposa Erica con un vaso de cerveza, Roy Keane -exfutbolista irlandés- intervino sin contemplaciones, ofreciendo un análisis que ha vuelto a encender la polémica.
Durante el programa Stick to Football, Keane -conocido principalmente por su paso por el Manchester United inglés, en el que se desempeñaba su trabajo como centrocampista, donde sus dotes de mando y liderazgo, su agresividad tanto táctica como física, su rebeldía y desobediencia le hicieron temible incluso entre sus compañeros de equipo- cuestionó la reacción de McIlroy y del resto de los jugadores europeos ante el acoso de los aficionados estadounidenses.
“McIlroy ha ganado todos los grandes premios. ¿De verdad cree que unos cuantos gritos lo van a sorprender?”
“No soy un experto en golf, pero ¿me estás diciendo que estos jugadores estaban bajo presión porque algunas personas estaban gritando? Que se hagan futbolistas y vayan a Leeds o Anfield un martes por la noche”; ironizó. “McIlroy ha ganado todos los grandes premios. ¿De verdad cree que unos cuantos gritos lo van a sorprender? Es ridículo. Sabían que esto iba a pasar; se ha estado gestando durante los últimos seis meses”.
Keane también aprovechó para dar su particular “consejo” sobre la presencia de las parejas durante el torneo. “Si yo fuera golfista y mi pareja estuviera sufriendo insultos, le diría. ‘Quédate en el hotel, cariño. Te veo esta noche cuando vuelva. No van a todos los demás torneos, pero adivina qué… ¡te pones un traje nuevo y vienes a la Ryder Cup! Tienes un conjunto nuevo precioso, un cinturón nuevo, un bolso nuevo y te están dando un montón de palos. Bueno, vete a casa. Puedo garantizar que regresarán a un buen hotel, no estarán en un campamento ni en una tienda de campaña”.
Con su estilo directo y mordaz, Keane no dejó dudas sobre su postura; no hay excusa para que McIlroy se sintiera afectado por la presión del público, especialmente considerando su experiencia y logros. La intervención del exfutbolista irlandés añade un nuevo capítulo al debate sobre cómo los deportistas manejan el hostigamiento de los aficionados en eventos de alto nivel, mientras McIlroy continúa intentando centrar la narrativa en la hazaña del equipo europeo.
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