La primera vez que hablamos de este niño fue hace más de año y medio cuando con apenas 18 meses enamoraba a todos a base de realizar swings con diferentes elementos de la casa y después de que causara una brecha en la cabeza a su padre –un ex jugador de cricket australiano- cuando un día decidió hacer de tee humano de su hijo. Ahora, con solo tres años, sigue demostrando sus habilidades con su driver en el Women’s Australian Open ante Cheyenne Woods quién se quedó perpleja viendo al actuación del chaval ¡Todo un fenómeno!
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