Es año olímpico, aunque sin Juegos ya que debido a la pandemia mundial, los JJOO de Tokio se han retrasado a 2021. Y en año olímpico toca renovar los cargos de la mayoría de federaciones deportivas. Con sus más y sus menos, con retrasos debido a la SARS-COV-2, o COVID-19, con las restricciones a la movilidad y los ‘estados de alarma’, las federaciones deportivas han ido celebrando sus elecciones o están en proceso. Hay que elegir presidente para los próximos cuatro años.
¿Y qué pasa en el golf? La Real Federación Española de Golf ha convocado elecciones a la presidencia para el 21 de diciembre; la aragonesa seré en breve, el 14 de octubre; Castilla y León recomenzó el proceso el 3 de septiembre; la balear ya ha reelegido a su único candidato, Bernardino Jaume. Casi todas siguen su proceso normal, pero las hay que parecen carecer del FairPlay que caracteriza al deporte del golf.
En la Federación de Golf de Castilla-La Mancha varios clubes e incluso jugadores y aficionados de la región ponen en entredicho la gestión y falta de transparencia de la Federación de Golf en la región. Han llegado hasta los tribunales para denunciar la situación y les han dado la razón. El Comité de Justicia Deportiva decretó la suspensión cautelar del proceso electoral del pasado 28 de febrero. En agosto se convocó una nueva asamblea para la reanudación de las elecciones y esta misma ha sido impugnada nuevamente por incumplimiento de la anterior resolución del mismo comité. Impugnación que quedó resuelta el pasado 22 de septiembre.
Como lo estamos, y mucho, en una de las federaciones más fuertes de golf, la Federación de Golf de Madrid, que engloba casi un tercio de los federados españoles: más de 83.000.
Tras la pandemia se volvió a reactivar el proceso electoral y por segunda vez en 16 años con dos candidatos fuertes, que aspiran a la presidencia de la federación más influyente del panorama golfístico: Ignacio Guerras, actual presidente en funciones y durante los últimos 16 años; y Jaime Anabitarte con su candidatura ‘Madrileños por el golf’ que aspira a dar un cambio a la institución con un programa innovador, fresco y lleno de ilusión.
La votación se debía celebrar el próximo 7 de octubre, pero tras irregularidades detectadas y denunciadas en el Censo, la Junta Electoral se ha visto obligada a revisarlo a fondo y retrasar, de momento, una semana más el proceso. ¿Pero cuál es la polémica concreta?, es la pregunta que se hacen los 83.000 federados madrileños, de los cuáles no todos podrán votar.
Y aquí está el quiz de la cuestión y que ha provocado una guerra entre las dos candidaturas, que se acusan mutuamente de dejar fuera y sin opción a voto a 41.000 federados madrileños. Pero para ser justos, la historia no es así. Cumpliendo estrictamente el reglamento electoral de la Federación de Golf de Madrid en su artículo 23b y la Ley del Deporte de la Comunidad de Madrid en su artículo 34.3 a) desarrollado por el artículo 22.1 a) del Decreto Ley 159/1996 se limita el derecho a voto a los deportistas que posean licencia federativa en vigor en el momento de la convocatoria de elecciones, que la hayan tenido durante el año o temporada deportiva anterior y siempre que hayan participado en competiciones o actividades de carácter oficial y ámbito de la Comunidad de Madrid. La Ley es clara.
Si es cierto que se dejan fuera a 41.000 posibles votantes, se han tenido 16 años para cambiar este aspecto de la Ley y que todos los federados madrileños tuvieran derecho a voto, ya que todos por igual pagan la licencia federativa.
El descontento de muchos estamentos de la federación madrileña no sólo llega a los jugadores amateurs, en el aspecto profesional, la FGM ha reducido a la mitad el presupuesto para el Circuito de Profesionales de Golf, una oportunidad única para que los profesionales madrileños que no compiten habitualmente, puedan tener una opción de jugar torneos de golf. Uno de los colectivos más perjudicar en esta pandemia y que sigue muy desprotegido y con pocas o casi ninguna garantía social.
Hay colectivos como el Femenino, cada vez más en alza; el Senior, el que más gasta y más tiempo libre dispone; y el Golf adaptado, entre otros, todos necesitados de más apoyos e inversión.
Y quizá lo más importante y que atañe a todos los golfistas, la mala imagen del deporte, aún con el estigma de deporte de ‘pijos’ y ‘elitista’ que la Federación de Golf de Madrid, con todo su potencial, no ha conseguido erradicar, ni siquiera variar un ápice. Y eso que fuimos el primer deporte en salir a la calle durante el estado de Alarma, por su seguridad, control y por cumplir todos los protocolos exigidos por el Ministerio de Sanidad.