El castellonense se marcha de Madrid con un sabor amargo tras finalizar cerca del puesto 40, situación que quedó reflejada ante los medios
No fue el regreso soñado. Sergio García cerró una mala semana en el Open de España, torneo al que volvía tras seis años de ausencia y donde aspiraba a conquistar su segunda victoria nacional, 23 años después de la primera. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba, y el semblante del castellonense lo decía todo. Los gestos, las miradas y las pocas palabras bastaban para resumir la frustración de una semana cuesta arriba.
Al término del torneo y antes los medios, García se mostró tal y como es cuando se siente frustrado
Al término del torneo, García se mostró tal y como es cuando se siente frustrado, adelantando que se tomará un largo descanso, posiblemente de cuatro meses. “No he desconectado tanto tiempo en toda mi vida, y tener la posibilidad de pasar tres o cuatro meses sin jugar un torneo es muy bueno”; reconocía.
En su encuentro con los medios también hubo silencios elocuentes. Evitó pronunciarse sobre el LIV y el ranking mundial; sobre la tarjeta del DP World Tour o sobre el “arreglo” con el circuito europeo. “He perdido mucho tiempo hablando del ranking mundial”; zanjó con gesto serio.
Estas fueron sus declaraciones:
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