Llevamos ya algunas semanas bailando la yenka con Sergio García en la clasificación mundial. Y es que desde que consiguiera el triunfo en el Masters de Augusta que le permitió instalarse de nuevo entre la élite mundial, el deportista castellonense va rotando entre la quinta, sexta y séptima posición. Es algo normal, la diferencia que le separaba de Jordan Spieth, Rory McIlroy y Jason Day era tan nimia que el mismo divisor entre torneos jugados y puntuación podría fluctuar las plazas semanalmente. Y es lo que ha vuelto a ocurrir.
La gran diferencia es que en esta ocasión, en lugar de retrasarle, ha adelantado una plaza en detrimento del australiano Day, que lleva un 2017 en el que poco o nada queda de aquel jugador que maravilló al mundo y que incluso llegó a ocupar el primer escalón del podio. Sergio García es quinto, a poca distancia de Rory y Spieth –cuarto y tercero, respectivamente- y algo más alejado de Hideki Matsuyama y sobre todo de Dustin Johnson, que todo apunta a que va a mantener su número 1 unos cuantos meses más.
Tras Sergio, Rahm sigue ocupando el puesto número 11 gracias a su Top 10 en el Open de Francia, mientras que Rafa Cabrera-Bello cede una posición –desde la 31 a la 32– después de haber sido adelantado por el estadounidense Jason Dufner, que se mete en el Top 30 mundial pese a no haber competido esta semana. Cerrando la lista de españoles en el Top 100 nos encontramos a Pablo Larrazábal, que le ha ganado dos puestos –del 96 al 94– con su T16 sobre la hierba de Le Golf National.
Precisamente ha sido gracias al torneo parisino que Adrián Otaegui ha protagonizado la mayor subida de un integrante de la Armada después de su Top 7 –ha pasado del 422 al 326-. Pedro Oriol, con su T9 en el Scottish Hydro Challenge -467 al 440– y Scott Fernández, igualando la posición del madrileño en Gran Bretaña –del 675 al 607– completan la semana de subidas de los nuestros.