Semana de Major, semana de emociones y noticias relacionadas con uno de los campeonatos más importantes en el mundo del golf. Poco a poco los más rezagados ya han ido llegando a Pittsburgh (Pennsylvania) y han podido comprobar de primera mano que todo lo que se hablaba sobre la dureza de Oakmont era cierto –desde los greenes hasta el rough-. Es más, incluso hay alguno que dice que la palabra “difícil” se queda corta para definir el recorrido propuesto por la USGA para el US Open de este año.
Uno de los que defiende esta opinión es el actual defensor del título, Jordan Spieth, que este pasado lunes mantuvo una charla con los medios de comunicación en la que nos puso al corriente de, entre otras muchas cosas, su decisión de ir a los Juegos Olímpicos de Río y las sensaciones que le transmitía Oakmont a escasas horas de que Denny McCarthy, Aron Price y Mikael Lundberg den el golpe de salida desde el hoyo 1.
“El domingo jugué una ronda completa y este lunes 9 hoyos, y puedo decir que el campo está impecable para la práctica del golf”, comentó el jugador texano. “Después del domingo, donde las rachas de viento soplaron durante todo el día, pensaba que haría una vuelta alrededor de los 75-76 golpes. Menos mal que no… Si llego a hacer una cosa así no me hubiese quedado más remedio que darle la mano a todos e invitarles a una cerveza después de la ronda”, continuó.
Más allá del tono humorístico que le ha querido dar el estadounidense, detrás de estas palabras se esconde un mensaje la mar de importante: este año, una tarjeta con uno o dos golpes por debajo del par del campo puede asegurar la victoria… o ni siquiera eso. “No creo que sea necesario estar por debajo del par para ganar. De todos modos, se espera que durante el campeonato hagan acto de presencia unas tormentas pasajeras que pueden hacer mucho más fácil el campo. Sería una gran diferencia respecto a las calles que hay ahora”.
Y, por supuesto, el actual número 2 del mundo no quiso pasar la oportunidad para hablar de los famosos greenes de Oakmont, con los que todo el mundo está alucinando. “Son bastante similares a los que hay en Augusta. Hay que tener grandes sensaciones para embocarlos. Ahora bien, la fuerza es un factor importante. Un despiste y un putt corto fallado puede convertirse en uno de 3 metros o incluso uno de 4 metros y medio”.
Pero lo que quiso dejar claro el estadounidense es que, como ya dijo Jack Nicklaus, “no hay torneo en el mundo comparable al US Open”. “En este campeonato aprendes a que cualquier cosa puede pasar. Si no coges calle en los últimos 5 hoyos, probablemente puedas perder una ventaja de 4 o 5 golpes por el camino. E incluso hay veces que haciéndolo todo bien puedes ser perjudicado y acabar teniendo que embocar un putt de tres metros para par”.
El comienzo se acerca y desde Opengolf les llevaremos la pasión del segundo Major del año con el patrocinio de Meliá Villaitana, el paraíso vacacional ubicado en la provincia de Alicante.