Qué contento se le ve a Jordan Spieth. Ya ha saboreado las mieles de conseguir dos Majors de dos formas totalmente distintas. Una, el Masters de Augusta, en la que venció por aplastamiento y sin dejar opción alguna a sus rivales. Otra, el US Open, con algo de suerte, pues él mismo afirmó que veía el campeonato “completamente perdido” cuando Dustin Johnson se dejó oportunidad de eagle en el 18.
El resultado ya lo conocemos. DJ erró tanto el putt para ganar como para forzar el desempate y el trofeo viajó al lejano oeste, donde estos últimos días comparte fotografía junto a la Chaqueta Verde de Augusta.
Spieth está con la moral por las nubes y ya solo piensa en su próxima víctima: el British Open. Además, este año la victoria en el Old Course de St. Andrews tiene un incentivo muy apetecible. Por primera vez, el torneo británico sobrepasará el millón de libras para el vencedor y se sitúa en 1.150.000£ -1.610.000 euros, aproximadamente-, una cantidad que supera en 175.000£ la percibida el año pasado por Rory McIlroy tras coronarse campeón en el Royal Liverpool Golf Club inglés. Asimismo, la bolsa total de premios ha aumentado en torno a un 17 por ciento para colocarse en 6,3 millones de libras, la cantidad más alta de la historia de este prestigioso evento.
“El British es uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Este campeonato representa el pináculo de los mejores golfistas del mundo y el incremento en los premios es apropiado para una situación así”, comentaba Peter Dawson, jefe ejecutivo del Royal and Ancient Golf Club de St. Andrews.
“En estos momentos estoy centrado exclusivamente en el British”, respondió Spieth ante las preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de conseguir el Grand Slam este año. “El Old Course de St. Andrews es uno de mis lugares preferidos en el mundo del golf. Ir a la cuna de este deporte es una experiencia increíble. Sé que va a ser difícil repetir victoria, pero mi único objetivo es trabajar duro para llevarme a casa la Jarra de Clarete”.
El hambre de triunfos del texano parece no conocer fin y ya ha afirmado que disputará el John Deere Classic (Silvis, Illinois) el próximo 9 de julio como un paso preparatorio del torneo que arrancará en Escocia una semana más tarde.