No hay semana en la que Tiger no sea noticia en los medios de comunicación. Que si su recuperación va por buen camino, que si no va a volver nunca más como profesional a los campos… El caso es que cualquiera se ve con suficiente criterio como para opinar sobre la vida del californiano sin tan siquiera preguntarle por su estado de salud.
El último ejemplo lo hemos tenido hace escasas horas, cuando Robert Lusetich –un escritor y tertuliano televisivo- ha reconocido que ha tenido contactos con el entorno del golfista y éstos le han confirmado que su operación de espalda no ha ido todo lo bien que se esperaba.
“Me han dicho que el estado de Tiger empeoró. No puede moverse bien y siente dolor hasta estando sentado. En el coche va con el asiento completamente reclinado”, escribió en un Tweet Lusetich, para poco después culminar su intervención con un dato. “Aproximadamente el 90-95 por ciento de las microdiscectomías –la operación de espalda a la que se sometió Tiger- tienen éxito. Él ha tenido mala suerte. No es un adiós definitivo a su carrera, pero sí un paso atrás en su vuelta a los campos”.
Ante tales acusaciones Mark Steinberg, el agente del jugador, ha salido al paso para desmentir categóricamente estos rumores y criticar públicamente a Lusetich, a quien acusa de querer hacer dinero a costa del estado físico de una persona. “Los tweets que aparecieron este lunes acerca de la salud de Tiger son ridículos y rotundamente falsos. Es reprobable que cada pocos meses alguien diga algo y todo el mundo lo tome como una historia real”, afirmó Steinberg. “Tiger continúa trabajando en su rehabilitación y daremos el parte de su estado en el momento adecuado”, puntualizó.