Era un secreto a voces que la relación entre Donald Trump y el PGA había llegado a un momento insostenible, un punto de no retorno que iba a acarrear consecuencias funestas para el magnate estadounidense en materia de imagen ante la opinión pública. Y es que en un intento por desmarcarse definitivamente de los comentarios xenófobos que el candidato a la presidencia del partido republicano profirió a la población mexicana –relacionando a éstos con criminales y violadores-, el organismo de golf más importante del mundo ha decidido poner el punto final a la relación laboral que les unía en esta parte final de la temporada.
Así, el Grand Slam de Golf –un evento de 36 hoyos en el que compiten los cuatro campeones de Majors de la temporada– no se llevará finalmente a cabo en el Trump National de Los Ángeles los días 20 y 21 de octubre.
“El PGA de Estados Unidos se reunió ayer con Donald J. Trump y, de mutuo acuerdo, se ha decidido que el PGA Grand Slam de Golf de este 2015 no se dispute en el Trump National de Los Ángeles”. Ahora el PGA deberá estudiar otras opciones, tanto para el torneo que se ha quedado huérfano de sede, como para el PGA Junior League Golf Championship, que arranca una semana antes y que iba a disputarse en este mismo complejo.
Trump es dueño de varios campos de golf, incluyendo dos en Escocia, con vínculos con las principales organizaciones de golf. Además, importantes eventos como el WGC-Cadillac Championship o el Abierto de Puerto Rico se disputan en el Trump National Doral de Miami y en el Trump International Golf Club de Puerto Rico, respectivamente. Y todo esto sin contar con que tanto el US Open Femenino de 2017 como el Open Championship de 2022 se llevarán a cabo en el Trump National de Nueva Jersey; ni que el Barclays PGA Tour de 2017 vaya a jugarse en el Trump Golf Links Ferry Point, situado en las afueras de Nueva York.
La vinculación de Donald Trump con el mundo del golf es innegable y esta noticia ha sido sólo el principio de lo que se le puede venir encima si no cambia su discurso. La PGA no va a tolerar más discriminaciones, pues considera que “esas palabras son incompatibles con el firme compromiso de ambiente inclusivo y acogedor en el juego del golf”. Veremos si Trump capta el mensaje.