Coincidiendo con la pasada festividad de Halloween este peculiar campo de mini golf situado en la población estadounidense de Palatine (Illinois) ha aprovechado para mostrar sus mejores galas y preparar unas cuantas ofertas para pasar verdadero miedo jugando al golf. Calaveras, ataúdes, lápidas… toda decoración es poca para hacer sentir a los visitantes que están adentrándose en la mismísima tierra de los muertos vivientes.
Y es que jugar en el campo de Ahlgrim da verdadero miedo, incluso antes de disparar el primer golpe. Quizá el hecho de ser una funeraria también ayuda un poco.
El dueño de este singular complejo es Doug Ahlgrim, que posee múltiples servicios funerarios por toda la zona de Chicago, aunque fue su padre el gran precursor del campo, un hombre que amaba con todas sus fuerzas el minigolf. “Cuando inauguramos la funeraria el negocio iba muy lento al principio”, comentó Doug Ahlgrim. “Fue entonces cuando a mi padre se le ocurrió la idea de transformar un gran salón que teníamos en el sótano en un campo de minigolf y así pasar los ratos en los que apenas había trabajo”.
Al principio era un pasatiempo destinado sólo para la familia, pero al poco tiempo se corrió la voz y fue abierto al público. “Fue una gran idea, la verdad. De este modo contribuimos un poco a que los más jóvenes se familiaricen con este lugar. Conseguimos traerlos aquí para que se diviertan antes de que tengan que volver por algo más triste. Se habitúan al lugar y ven que no es tan grande y aterrador como lo pintan. Además, nos conocen y pueden ver que somos personas, igual que ellos”, comenta entre risas.
Cementerios, muñecas decapitadas, huesos cruzados… No le falta detalle a este campo, un lugar digno de visitar.