Tiger Woods tiene la vista puesta en su próximo objetivo. Y no, no se trata de que haya confirmado su participación en el próximo Masters de Augusta del mes de abril, sino que ha puesto su empeño en convertirse en propietario de un restaurante en Júpiter (Florida), a escasos kilómetros de donde vive el deportista.
No es la primera incursión de Woods en el mundo empresarial, puesto que hace un par de semanas salió a la luz que el golfista estaba haciendo sus primeros pinitos como arquitecto de un campo. Puede que no haya estado en Doral esta semana, pero Tiger ha tenido razones para no aburrirse durante estos días.
Harbourside Place es un homenaje a la buena vida. Cuenta con un puerto deportivo, tiendas exclusivas y hoteles de ensueño, todo ello rodeado por el agua que besa el golfo de México. Sin embargo, este enclave levantado por el millonario neoyorquino Nicholas Mastroianni II adolecía de un restaurante acorde con el nivel económico del lugar. Es por esto que surgió la idea del The Woods Jupiter: Sports and Dining Club, un complejo de 743m2, que cuenta con dos plantas y que en la actualidad se encuentra en la fase final de su construcción.
El propio Mastroianni afirmaba esta semana que “será una inauguración suave, a la que simplemente asistirán la familia y los amigos” y que ésta se producirá “entre finales de abril y principios de mayo”.
“Tiger se está gastando unos mil dólares por metro cuadrado en la construcción del restaurante, cerca de un 30 por ciento más que la mayoría de los dueños de los restaurantes de lujo”, afirma el agente del jugador, Mark Steinberg. En cuanto a la elección del nombre del local, Mastroianni comenta una curiosidad que llama la atención: “No se podía llamar como el golfista, puesto que Nike tiene los derechos del nombre de Tiger Woods sobre empresas comerciales”. De todos modos, la gente no tendrá problemas en encontrarlo.