No le sentó nada bien a Tiger el partido del sábado. El ex número uno del mundo firmó su peor tarjeta como profesional con 85 golpes (+13) y acabó su partido solo por primera vez en el PGA Tour.
El californiano no está atravesando su mejor racha, personal ni profesional, y esto se pudo ver en el Memorial el pasado fin de semana. Ahora bien, Tiger lo intentó, y nadie puede reprocharle nada por ello.
El viernes, una vez que el -2 le hizo clasificarse para la fase final del torneo, se fue al campo de prácticas y comenzó a disparar con el driver hasta que su mano se lo impidió. Siete bolsas de pelotas golpeó Woods, lo que le provocó unas dolorosísimas ampollas en su mano izquierda. Quizá fuese esta una de las razones de su mala imagen un día después.






