Tiger, empeñado en dejar los egos a un lado y formar una conciencia de equipo de cara a la Ryder

Tiger Woods con Jim Furyk y Zach Johnson

Puede que no esté jugando, pero eso no significa que Woods esté en su casa sin hacer nada. De hecho, la designación por parte de Davis Love III como vicecapitán estadounidense para la próxima Ryder Cup le ha dado un soplo de aire nuevo a su trayectoria profesional, que veía cómo se apagaba tras someterse a su tercera operación de espalda en el último año y medio. Y ojo porque el californiano se ha puesto a investigar el porqué de los fracasos de Estados Unidos en las últimas citas ante el viejo continente y parece haber hallado la solución.

“Los jugadores de Estados Unidos somos demasiado individualistas”, le ha llegado a comentar en las últimas fechas a Love. “Pues vaya novedad”, pensará alguno de ustedes. Realmente sí, a nadie sorprende a estas alturas las declaraciones del deportista. Sin embargo, lo que sí que impacta es que el ex número uno del mundo está trazando un plan para poner fin a esta rémora que viene lastrando al conjunto de las barras y estrellas desde hace unas cuantas ediciones. Y el capitán americano parece dispuesto a escucharle.

“Tiger y algunos de los chicos estuvieron hablando y me comentaron que quizá lo mejor sería que unos meses antes de la Ryder nos fuésemos a un lugar alejado del golf donde pudiéramos disfrutar de la pesca o simplemente pasáramos el tiempo hablando de nuestras cosas”, afirmó Love el pasado miércoles. “Se trata de construir un equipo, que todos a la vez hagamos y disfrutemos las mismas cosas. Creo que si conseguimos conocernos un poco mejor durante los meses de marzo, abril y mayo en lugar de agosto y septiembre -como hasta ahora- podríamos ver todo de otra manera”.

A todos los aficionados al golf nos viene a la mente la imagen de Martin Kaymer embocando el putt de la remontada en 2012 en Medinah para, acto seguido, abalanzarse hacia sus compañeros de equipo ante la atenta mirada de un emocionado José María Olazábal. Equipo, con mayúsculas. Porque más allá de egos, el combinado europeo siempre se ha caracterizado por poner en liza el triunfo común al individual, algo de lo que adolecen los americanos… O al menos adolecían. Veremos si ahora pueden poner en práctica todas las medidas propuestas por Tiger.