Sabíamos que Tiger Woods era algo especial, pero no se hacen una idea hasta qué punto. Y es que si recuerdan el uniforme de domingo del californiano –hablamos de si lo recuerdan, porque últimamente se ha prodigado poco durante los fines de semana-, el ex número uno del mundo siempre iba acompañado del color rojo en su camisa y del negro en el pantalón.
Pues bien, no vamos a perder de vista ese atuendo tan fácilmente –y no es que tengamos una bola de cristal que narre el futuro y nos asegure un gran año de Tiger-. La razón es que desde hace unos días los empleados del The Woods Jupiter, el restaurante que abrió hace escasos meses el estadounidense, tienen que cumplir a rajatabla una nueva normativa dictada por el jefe: “Los trabajadores vestirán un uniforme rojo y negro cada vez que me encuentre disputando un torneo de golf”. Y así se hará. Palabra de Tiger.
Lo cierto es que el nuevo negocio del golfista ha arrancado con el pie derecho y está siendo una de las sensaciones en cuanto a locales de restauración en la zona. “Esto es más que un simple bar de deportes”, afirmó el americano en una entrevista. “Aquí no sólo se puede disfrutar de una comida excelente en un ambiente familiar, sino que también los clientes se pueden relajar viendo los partidos. Quería crear algo que fuera diferente de todo lo que ofertan por aquí, y creo que lo hemos conseguido”.
Además, Tiger no dejó pasar la ocasión para publicitar el restaurante, que será testigo de algunos de los mejores eventos deportivos del planeta, lo que repercutirá a su favor: “Acaba de empezar la temporada de fútbol americano y dentro de poco vamos a tener los PlayOff de béisbol. Esta serie de eventos van a ser buenos para el negocio, sin duda”.
Ahora sólo falta que se recupere al cien por cien de su lesión de espalda para que la felicidad vuelva, poco a poco, a su rostro.