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No cabe duda de que la vuelta de Tiger Woods a los campos ha dado oxígeno a las audiencias televisivas, prueba de que el regreso del californiano todavía sigue levantando pasiones como la última vivida, cuando en la ronda final partía con opciones de victoria en The Open casi una década después.
Según NBC Sports y Golf Channel, cadenas que retransmitieron el evento en Estados Unidos, The Open obtuvo una audiencia del 5.0, cifra que no veían desde que en 2006 el propio Tiger Woods ganara en Royal Liverpool alcanzando los mismos números y solo superada por el Open del año 2000 cuando Tiger conquistaba su primera Jarra de Clarete.
«Probablemente se trate del nombre más importante en el mundo del deporte, junto con Michael Jordan y Muhammad Ali«, dijo Neal H. Pilson, ex presidente de CBS Sports, quién afirmó que Tiger Woods sigue marcando la diferencia. «Cuando el juega, las redes le dan cobertura y el público quiere ver esa cobertura«, añadió.
Según NBC Sports, la audiencia en el Open creció un 38 por ciento con respecto a las del año pasado cuando Jordan Spieth ganaba en Royal Birkdale, llegando al 6,74 el dato más alto de un Major, si exceptuamos el Masters, desde el US PGA desde 2015
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