Tiger Woods se despide por una temporada de los campos de golf. El deportista estadounidense reconoce su bajo estado de forma y considera “inaceptable” el nivel mostrado en las últimas fechas. “Necesito trabajar mucho. Las últimas dos semanas han sido muy decepcionantes para mí, sobre todo por el abandono en Torrey Pines. Por desgracia, últimamente las lesiones han provocado que suceda muy a menudo”.
Sus continuos problemas de espalda –que ya le obligaron a operarse en abril del pasado año– y el 11 sobre par –peor marca de su carrera– que consiguió en Scottsdale hace un par de semanas han sido los detonantes para que el golfista norteamericano se dé una tregua, eso sí, de forma temporal. En un comunicado publicado en su página web Woods afirma que “tanto el juego como las puntuaciones no son aceptables para un torneo de golf profesional”. “En estos momentos necesito trabajar duro y pasar tiempo con las personas que son importantes para mí. Me he comprometido conmigo mismo a volver a mi más alto nivel”.
Aunque el californiano declara que le gustaría participar en el Honda Classic de finales de febrero, ya ha manifestado que no lo hará a menos que recupere sensaciones y ritmo competitivo. “Este torneo es importante para mí porque se disputa en mi ciudad natal, pero no voy a estar allí si mi juego no está preparado. No sería justo para nadie”.
Tiger Woods se encuentra actualmente en el puesto 62 del ranking mundial, su peor clasificación desde que debutara en el PGA Tour en 1996.