La vida del golfista estadounidense es una continua montaña rusa de emociones en los últimos meses. El californiano pasa de la depresión a la euforia en un abrir y cerrar de ojos –igual es por aquello del espíritu navideño-.
Lo que sí que es cierto es que el otrora número 1 del mundo cumplirá 40 años el próximo 30 de diciembre. Ante esta fecha tan señalada Tiger ha aprovechado para hacer balance de este 2015 que nos deja y hacer su lista de propósitos para el próximo año, una temporada en la que espera volver a competir por la parte alta de los campeonatos.
Woods continúa recuperándose de la tercera operación de espalda en el último año y medio pero, pese a que estos datos no inviten al optimismo –no hay más que ver su estado de ánimo en la rueda de prensa que concedió a los medios a principios de mes- el 14 veces ganador de Majors ha reseteado el chip y se ha propuesto luchar con todas sus fuerzas para volver a estar junto a los mejores. La leyenda de Cypress, en un alarde de entusiasmo, reconoció que en los próximos 10 años se ve “jugando al golf al más alto nivel y consiguiendo torneos y Majors”.
¿Pero cómo es esto?, pensarán. ¿Hace tres semanas parecía que la retirada estaba más cerca que nunca y ahora sale por estos derroteros? Todo tiene una explicación, y gran parte de culpa la tiene su maltrecha espalda.
“Físicamente hay ocasiones en las que me siento muy viejo, y otras en las que puedo correr y saltar como un adolescente. No me gustan los polos opuestos de los dos lados. A los 40 creo que es el momento de buscar la estabilidad, y 2016 puede ser decisivo en este aspecto. Así es que lo único que le pido al próximo año es volver a los campos, y hacerlo sin dolor”, comentó el actual número 414 del mundo.
Tiger también tuvo tiempo de mostrar su entusiasmo por la cita de septiembre en el Hazeltine National de Minnesota. Allí, formará parte del staff técnico compuesto por Davis Love III para tratar de arrebatar a Europa el título de la Ryder Cup.
“Estoy emocionado por ser vicecapitán. Será nuevo, divertido, especial y estoy deseando contribuir en todos los aspectos del juego. Si uno mira hacia atrás y recuerda cuando Davis y yo jugamos juntos en Brookline en el 99 pocos podrían afirmar que 17 años después volveríamos a reunirnos… pero de otra manera”.