Parece que el regreso de Tiger va muy en serio y, aunque muchos le vimos con un swing muy sólido durante su participación en el Hero Challenge, en su histórico afán por buscar la perfección a él no le debió convencer del todo después de su noveno puesto. Es por esto que ha decidido tomar al toro por los cuernos y llevar a cabo una solución drástica para empezar desde ya a prepararse con la intención de ganar algún torneo en 2018. Y su primera víctima ha sido Chris Como, su instructor de swing, con el que el pasado 22 de diciembre terminó su relación de trabajo.
El californiano lo anunció a través de su perfil de Twitter, con un mensaje bastante escueto y alegando que, aunque el trabajo de Chris había sido muy bueno para recuperarle después de todas las lesiones de espalda, había llegado el momento de intentar hacer frente a lo que viene por delante por sus propios medios. “Desde mi última operación, he estado trabajando duro para volver a entender mi propio cuerpo y recuperar mi swing. He hecho esto confiando principalmente en mis años de experiencia y en los de trabajo duro junto a Chris”, comentó el 14 veces ganador de Major.
“Pero ahora creo que lo mejor para mí es continuar haciendo todo esto por mi cuenta. Estoy agradecido a Chris Como por todo su trabajo y no tengo más que palabras de cariño y de respeto por él”, sentenció el jugador de 41 años.
Esta es la cuarta ocasión en la que Woods decide terminar su relación con su instructor de swing, siendo 2014 la penúltima vez con Sean Foley como protagonista. Anteriorimente, el estadounidense pasó seis años trabajando con Hank Haney, con quien ganó seis de sus Grandes. Aunque si hay un nombre al que se le asocia siempre ese es el de Butch Harmon, quien le ayudó a conseguir sus ocho primeros.