El Real Club de Golf de Zarautz ha celebrado un peculiar torneo con el que ha conmemorado su centenario. Vestimenta de la época, palos y bolas de hace cien años han sido los ingredientes de este particular evento denominado Hickory de Zarautz.
Pero como hecho más importante, tenemos que reseñar el regreso a los campos de José Mari Olazábal, doble campeón del Masters de Augusta y poseedor de 35 títulos internacionales, además de siete participaciones en la Ryder Cup y artífice como capitán del llamado “milagro de Medinah” en 2012, tras las dolencias que comenzaron hace casi año y medio y que le impedían coger un palo.
Recordemos que en el Masters de 2015, el de Hondarribia empezó a notar «cierta rigidez, entrené un poco el lunes siguiente y fui al Open de España con interrogantes. No pude jugar. Volví a casa, empecé a ver médicos, hacerme analítica… y aquí estoy, tomando desinflamatorios y corticoides, sin poder hacer nada. Si estoy quieto no molesta, pero en cuanto intento ponerme en movimiento me duelen los hombros, la zona inguinal, abductores e isquios. Lo mismo que me pasó en junio del 2007 durante el US Open: de la noche a la mañana me empezaron a doler las articulaciones y no me podía mover», como él mismo nos contaba el pasado mes de diciembre.