El Villa de Madrid organizó en 1963, por Santos Inocentes, un torneo insólito con un reglamento estrambótico y situaciones llenas de humor

La historia del golf español está llena de episodios memorables, algunos forjados a golpe de grandes gestas deportivas y otros nacidos del ingenio, el humor y la irreverencia bien entendida. Entre estos últimos sobresale, con brillo propio, el Premio Inocente, probablemente el torneo más singular y extravagante que se recuerde en nuestro país, celebrado nada menos que el 28 de diciembre de 1963, Día de los Santos Inocentes, en el Club de Campo Villa de Madrid.

No fue una casualidad la fecha. Todo lo contrario. El torneo nació con vocación de ruptura, de parodia amable y de homenaje al espíritu lúdico del golf. En un deporte donde la etiqueta, la tradición y la precisión marcan el paso, el Club de Campo decidió rendirse por un día al contrasentido y organizar una competición tan insólita como divertida, regida por un reglamento especial deliberadamente estrambótico, que dio lugar a situaciones tan inesperadas como jocosas.

El torneo nació con vocación de ruptura, de parodia amable y de homenaje al espíritu lúdico del golf

El golf, pese a su aparente solemnidad, siempre ha convivido con el buen humor. Basta un putt fallado por milímetros o un rebote caprichoso para despertar sonrisas —o tentaciones maliciosas— incluso en los jugadores más templados. Y de ese espíritu nació un torneo que se alejaba conscientemente de la lógica habitual de la competición, convirtiendo el campo en un escenario donde lo imprevisible era la norma.

El Premio Inocente se disputó en modalidad Medal Play, aunque sometido a unas reglas tan particulares que alteraban por completo la percepción habitual del resultado, del mérito y del error. Más que premiar la excelencia pura, el torneo celebraba la sorpresa, el ingenio y la capacidad de reírse de uno mismo, en una jornada donde lo importante no era tanto ganar como participar en una experiencia irrepetible.

Más de sesenta años después, aquel torneo sigue siendo un ejemplo perfecto de cómo el golf español ha sabido combinar tradición y creatividad, competitividad y humor. Una historia pequeña en apariencia, pero enorme en significado, que recuerda que este deporte también se construye desde la sonrisa y que, incluso en los recorridos más serios, hay espacio para la inocencia… al menos una vez al año, cada 28 de diciembre.

Hoyo 1.- La salida en el hoyo 1 se efectuará sobre un colchón de goma espuma. Luego se jugará el hoyo normalmente.

Hoyo 2.- La caída de la bola en cualquiera de los bunkers de la derecha del green se castigará con dos golpes de penalidad. La bola caída en el bunker de la izquierda podrá ponerse en el green sin penalidad.

Hoyo 3.- Se saldrá del tee de señoras tirando la bola con la mano. Después del primer golpe se seguirá normalmente.

Hoyo 4.- Habrá dos puntos de penalidad para la bola que pase el río con el primer golpe. De cuatro en green, premio de dos puntos.

Hoyo 5.- Toda bola que entre en cualquier bunker alrededor de green podrá ser sacada con la mano.

Hoyo 6.- En el green habrá que patear con una madera. Bola en el río localizada entre los puentes, dos puntos de premio.

Hoyo 7.- Se jugará todo el hoyo con el hierro 5, incluso en el green.

Hoyo 8.- La salida única la efectuará el jugador que tenga el hándicap más alto del grupo. En caso de coincidencia, jugará el de más edad. Todos los demás jugadores del partido darán el segundo golpe desde donde repose la bola única, aunque hubiera sido un “rabazo”.

Hoyo 9.- Siempre que caiga la bola en green y en la plataforma en que está la bandera, se bonificará con un punto. Si está fuera de green o en la plataforma donde no está la bandera, habrá un punto de penalización. Si se queda la bola en la cuesta dentro de green, no habrá premio ni penalización.

Hoyo 10.- La bola que entre en el primer bunker de la derecha, tendrá derecho a trasladarla al bunker segundo de la derecha, al lado de green, sin penalidad. Sólo contarán los golpes necesitados hasta que la bola cayó en el primer bunker.

Hoyo 11.- La bola que entre de salida en el primer bunker de la derecha puntuará el hoyo con dos golpes. En caso de no caer en el bunker, habrá que terminar el hoyo normalmente.

Hoyo 12.- La salida se hará con un hierro. Una vez la bola en green, pateará el caddie del jugador, hasta terminar el hoyo.

Hoyo 13.- Toda bola que llegue a la calle de salida podrá ser colocada en el borde del green sin penalidad. Si la salida no encuentra la calle, se terminará el hoyo jugando normalmente.

Hoyo 14.- La salida la hará el caddie de cada jugador. Luego se jugará el hoyo normalmente por el participante. (Si el caddie no ha cogido un palo en su vida, puede dar el golpe de salida el jugador, con un golpe de penalidad).

Hoyo 15.- En este green se pateará con cualquier palo, estilo billar.

Hoyo 16.- Lo jugará el caddie hasta el final y su jugador cargará con la bolsa todo el hoyo. Nota: Caddies de 1ª, salida de caballeros; caddies de 2ª, 3ª o domingueros, salida de señoras. Si no se sigue esta norma por la razón que estime el jugador, podrá jugar él todo el hoyo, apuntándose tres golpes de penalidad.

Hoyo 17.- Se jugará únicamente con el putter, saliendo desde el tee de señoras.

Hoyo 18.- En este hoyo se pateará con una pelota de ping-pong, que se facilitará en el green.

Fuente: RFEG

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