Apenas dos semanas al frente de la Casa Blanca y a Trump que le siguen creciendo los enanos a marchas forzadas. Por si no tuviera suficiente con las masivas protestas en Estados Unidos y en Europa por culpa del decreto que limita la entrada de musulmanes al país de las libertades, al excéntrico multimillonario le acaba de salir otro problema de la nada: un Juzgado de distrito le ha condenado a abonar 5,74 millones de dólares a los ex miembros del Trump National Golf Club como consecuencia de incumplir el contrato que adquirió con los ex socios del complejo cuando Trump lo adquirió en 2012.
La historia puede sonar rocambolesca, pero sirve de perfecta radiografía para conocer más en profundidad al personaje en cuestión. Resulta que el ahora presidente norteamericano compró el campo situado en Júpiter (Florida) hace ahora cinco años por un importe de 5 millones de euros. Como pueden ver el precio no es nada descabellado, pero es que detrás de todo esto estaban los socios, quienes habían depositado hasta 41 millones de dólares en depósitos reembolsables, según apunta el portal PalmBeachPost.com.
Así pues, Trump asumía este coste y tendría que abonar tarde o temprano el dinero a los miembros si renunciaban a la membresía, algo que ocurrió en cuanto el magnate inmobiliario asumió la presidencia del complejo y llevó a cabo un profundo cambio en las políticas monetarias del club. Según el acuerdo alcanzado meses antes, los socios podrían seguir utilizando las instalaciones mientras no les fuera devuelto el depósito. Sin embargo, de la noche a la mañana se les prohibió la entrada, teniendo que pagar unos 22 mil dólares anuales si querían seguir haciendo uso de las instalaciones.
Era tal el descontento que un total de 65 ex miembros se juntaron y redactaron una demanda por incumplimiento de contrato que ahora está teniendo sus efectos en forma de resolución sancionadora para el presidente estadounidense, una sentencia que ya están trabajando para recurrir, según ha manifestado Alan Garten, director legal de las empresas de Trump.