Sabemos lo que están imaginando en estos momentos. El caddie da un consejo al golfista, éste no lo sigue al pie de la letra y el otro, en un arrebato de ira, le golpea con todas sus fuerzas. O tal vez el jugador fue grosero con él. O la bolsa pesaba mucho.
Hay infinidad de posibilidades por las cuales un caddie puede perder los nervios pero, sorprendentemente, lo que ocurrió hace un año sobre la hierba del Singapore Island CC de Sime Road (Singapur) rebasa todas las barreras del entendimiento. Y lo mejor de todo es que en su disputa no había golfista de por medio, sino un simple trabajador del campo.
Pero pongámonos en situación. 15 de diciembre del año 2014. Selamat Satli, un caddie de 65 años, se encontraba dando un paseo de reconocimiento por el campo cuando, de repente, vio a Félix José, de 33 años, un trabajador de la guardería que en esos momentos se encontraba conduciendo un tractor.
Ni corto ni perezoso el caddie se acercó a él y le recriminó la forma en la que le estaba mirando, lo que el trabajador del campo negó con la cabeza. Acto seguido Selamat Satli, que en esos momentos estaba empuñando un sand-wedge, le golpeó a Félix José en la cabeza, lo que le provocó un corte de dos centímetros en la frente y le obligó a pedir ayuda en la tienda más cercana.
Por fin, tras un año de espera, se ha dictado una sentencia sobre el caso. Selamat Satli, juzgado por infligir daño de manera voluntaria a otra persona, ha sido condenado a cuatro semanas de prisión. La pena, que comenzó a cumplir el pasado día 10, no es del todo mala si nos atenemos a lo que podía haber sido: hasta dos años de prisión y una multa de 5 mil dólares. Todavía puede dar gracias de que la agresión no le saliera más cara.