Cuando vaya a jugar al campo y no le estén saliendo las cosas no se desespere. Podría ser peor. Imagínese que está intentando disfrutar del golf en su día libre y de repente se encuentran con que en el mismo campo le han sustraído la cartera, las llaves, los palos… ¡y hasta el coche de golf que había alquilado minutos antes!
Esta trágica historia es exactamente lo que le sucedió a un hombre hace unas semanas en el Hansen Dam Golf Course de Pacoima (California), un campo de golf ubicado en Los Ángeles. Este estadounidense, que ha preferido mantener el anonimato, calificó esta situación como “la peor experiencia de golf de la historia”. Y no es para menos, como puede observarse tras la narración del suceso.
“El pasado 27 de octubre me ocurrió algo difícil de creer. Un amigo y yo decidimos pasar el día en el campo de golf y decidimos ir al Hansen Dam de Los Ángeles. Vale, es un barrio un poco chungo, pero nunca había tenido problemas. Hasta ese día. Alquilamos un coche de golf y nos encaminamos hacia el verde. Y entonces comenzó todo.
Estábamos en el hoyo 9 cuando estacioné el coche cerca del green para puttear– se encuentra a escasos metros del parking- y cuando regresé habían desaparecido el coche y todas nuestras pertenencias. Los cabrones se escaparon con el coche por medio del vecindario y, pese a que algún vecino trató de perseguirlos, no hubo forma humana de darles caza.
No sólo se llevaron nuestros palos y mi telémetro, sino que también nos robaron nuestras carteras, gafas y los teléfonos móviles. Como ellos tenían todas las llaves de mi casa y mi dirección –había tarjetas de visita dentro de la cartera – tuve que cancelar rápidamente las tarjetas de crédito, cambiar las cerraduras de casa y de la oficina y recodificar las llaves de los dos coches –unos 1000$-.
Pero eso no fue todo. Lo peor es que llegaron a aparecer por casa el domingo por la noche y lograron entrar a uno de los coches –al que no pudimos cambiar el código de inmediato-. Por suerte estaba bloqueado el sistema de arranque y sólo se pudieron llevar bolsas de la compra de mi esposa. El seguro deberá de cubrir alguno de los costes, pero el día nos va a salir al final por unos tres mil dólares sin contar con el tiempo invertido en realizar todos los trámites”.
Al menos se lo tomó con filosofía y, sobre todo, con sentido del humor. “Yo quería cambiar de palos, pero esta no era la forma en la que había pensado hacerlo”.