Sabíamos que las palabras del pasado fin de semana de Phil Mickelson en Muirfield Village sobre su más que probable ausencia en el US Open iban a traer cola. Y es que la leyenda de San Diego, al que un triunfo en el evento organizado por la USGA le separa del Grand Slam, tendrá que esperar otro año más para entrar en el Olimpo del Golf, pues ya ha confirmado que el mismo día que se disputará la primera jornada él estará presente en el Pacific Ridge School para asistir al acto de graduación de Amanda, su hija mayor.
“Amanda es un gran apoyo y sé que lo habría entendido si hubiese decidido lo contrario. Pero en realidad es algo que no hemos discutido, porque no había nada que discutir. Estaré en el acto de graduación, es un momento muy importante para nuestra familia”, sentenció el zurdo. Como era de esperar, estas palabras pronunciadas durante la disputa del Memorial han horrorizado a su legión de seguidores, que no se imaginan un US Open sin la magia de Lefty –después de todo acumula 26 ediciones en este evento-.
Así pues se han organizado para tratar de evitar lo que a todas luces es una realidad: su ausencia. Y lo han hecho atacando directamente a la raíz del problema: realizando una petición en Change.org para tratar que el instituto cambie la fecha de la ceremonia. El cabecilla de este plan es Derek Deminsky, director de instrucción del Forty Niner CC de Tucson (Arizona) y profesional del PGA de América, quien ha asociado este mensaje a su rocambolesca demanda:
“Por Phil Mickelson y por el Golf, cambiad la fecha:
En nombre de los aficionados al Golf de todo el mundo, solicito que se busque si hay ALGUNA MANERA de recolocar la ceremonia de inauguración programada para el 14 de junio antes o después para permitir a Phil Mickelson jugar el US Open y continuar su búsqueda del Grand Slam. Para Phil, no jugar y ver hablar a Amanda es maravilloso y denota la clase de padre que es, pero si hubiese ALGUNA MANERA de mover la fecha al día anterior millones de fans de todo el mundo lo agradecerán”.
La petición, que apenas lleva 24 horas en funcionamiento, cuenta ya con la firma de casi 1500 personas, y a buen seguro armarán el suficiente ruido como para que al menos se lo planteen.