Si alguna semana les da por pensar que se han llevado un buen pico en la quiniela o en las apuestas será porque no tendrán presente la siguiente historia. Se trata de un estadounidense que, haciendo gala de una suerte inusitada, acertó un pronóstico por el que tanto Henrik Stenson como Aaron Baddeley iban a proclamarse campeones del Open Championship y del Barbasol, respectivamente. ¡Absolutamente increíble! Sobre todo, porque se cumplieran las dos apuestas con las circunstancias que rodeaban a ambos golfistas antes de llegar a cada una de las citas.
Poco importó que Stenson no hubiera ganado anteriormente ni un solo Major ni que Baddeley llevara desde 2011 sin conseguir una victoria en el PGA. Tenía que pasar y pasó. El sueco desplegó todo su potencial para doblegar a un rejuvenecido Phil Mickelson y llevarse la Jarra de Clarete a casa batiendo récords, mientras que el norteamericano con pasaporte australiano Baddeley tuvo que jugar cuatro hoyos de desempate ante el surcoreano Si Woo Kim para meterse en el bolsillo los dos millones de dólares del premio como campeón del evento.
En el caso del nórdico las apuestas no jugaban mucho a su favor –se pagaba 34 dólares a uno su triunfo-, pero mucho peor estaban las de Baddeley -51 dólares a uno-. Así pues, este norteamericano que selló su billete el pasado martes 12 de julio cuando solo habían pasado unos minutos de las 9 de la mañana multiplicó las ganancias hasta el punto de llevarse 1734 dólares por cada dólar apostado. Suculento, ¿verdad? Pues la historia no acaba aquí, porque decidió jugarse la nada desmerecedora cifra de ¡50 dólares!
86700 dólares de una tacada que se lleva a casa este hombre para pasar como un rey las vacaciones. ¡Eso sí que es comenzar el verano con buen pie!