El pasado sábado un campo de golf de Estados Unidos se convirtió en la tabla de salvación de un piloto y su avioneta. Y no, no nos estamos refiriendo a Harrison Ford, que ya escarmentó de su accidente hace ahora un año.
Hablamos de un chico de 18 primaveras, que no tuvo más remedio que hacer un aterrizaje de emergencia en medio del recorrido –por suerte no había nadie cerca- debido a un fallo mecánico de su aparato: un Taylor Craft de antes de la Segunda Guerra Mundial. De nuevo, una calle sirvió para algo más que darle vuelo a la bola en busca de la bandera.
Los hechos tuvieron lugar en el St. Petersbourg Country Club de Florida el sábado por la tarde, cuando el Departamento de Policía de este municipio fue avisado por el propio campo de que un objeto identificado había caído a plomo causando desperfectos de difícil solución en uno de los árboles del complejo.
Cuando los agentes llegaron se encontraron que el causante de todo había sido una joya de la aviación, un Taylor Craft de 1939 que, en pleno vuelo junto a otras dos avionetas, sufrió serios problemas mecánicos.
De hecho, el piloto intentó por todos los medios aterrizar en un aeropuerto cercano. Sin embargo, la negativa de la nave a aguantar más provocó una maniobra de emergencia que llevó al protagonista de esta historia a la calle del hoyo 12. Por suerte, todo salió bien –eso si obviamos que el ala derecha partió un árbol- y el joven pudo salir de esta complicada situación sin un solo rasguño en su cuerpo.
“Hizo un trabajo condenadamente bueno para ser solo un piloto de 18 años”, comentó el portavoz de la policía Rob Shaw al Tampa Bay Times.
Sorprendentemente, no es la primera vez que un suceso así salpica a este campo estadounidense. Ya en el año 2009 el mismo hoyo acogió sobre su hierba otro aterrizaje similar. ¿Qué tendrá esta bandera que gusta tanto?