Tremendo susto el que se llevaron este pasado domingo los jugadores que asistieron al Paramus Golf Course de la ciudad de Nueva Jersey. Y es que en plena mañana fueron testigos del aterrizaje forzoso de una avioneta en la calle del hoyo 9, una bandera que por suerte no estaba siendo transitada en ese momento por ningún golfista como consecuencia del retraso de los partidos matinales por culpa de las heladas.
“Había mucho espacio libre en ese momento en el campo”, confesó al New York Times Ron Dorell, empleado de la tienda. “Normalmente estamos llenos un fin de semana, pero afortunadamente esa mañana no había nadie en la parte final por culpa de la escarcha”, prosiguió el trabajador, que estimó en 18 los jugadores que se encontraban en ese momento sobre la hierna del complejo estadounidense. “Noté como un pequeño avión sobrevolaba el campo antes de desaparecer sobre la cima de una colina, pero no fue hasta que vi a varias personas entrar a Casa Club cuando me di cuenta que la avioneta aterrizó en el campo”, sentenció.
Aunque las autoridades continúan esclareciendo los hechos, el piloto y los tres pasajeros, que están levemente heridos, coincidieron en argumentar que el aparato sufrió un corte repentino de energia tras el despegue que les obligó a llevar a cabo la maniobra de emergencia en el único lugar en que podían hacerlo en ese momento. Un complejo que se encuentra ubicado a pocos metros del Ridgewood Coun Club, lugar que fue sede este año del Northern Trust Open y donde Bryson DeChambeau se acabó alzando con la victoria que a la postre le daría la invitación para jugar la Ryder.