Pues están las cosas en Estados Unidos como para andarse con bromas de este tipo. La siguiente historia ocurrió el pasado lunes en un club de golf de Missouri, concretamente en el Springfield Golf and Country Club, donde dos hombres fueron retenidos por la policía después de que una discusión en las inmediaciones del complejo acabara con uno de los sospechosos, pistola en mano, cerca de dispararle al otro. Sin embargo, gracias a la rápida y efectiva actuación policial nadie resultó herido, ni ellos ni ningún jugador que estuviera intentando pasar un día tranquilo lanzando unas cuantas bolas.
Nada menos que 12 coches de policía tuvieron que desplazarse hasta el lugar de los hechos para evitar un accidente, señaló el Springfield News-Leader. Y es que se desconoce si la reyerta fue originada por un tema relacionado con el golf, pero lo cierto es que el principal sospechoso amaneció en el campo para tener más que palabras con su adversario. La víctima, al verse en franca inferioridad, corrió de inmediato al campo para pedir ayuda, y fue entonces cuando comenzó el caos.
Carreras por un lado, gritos por otro… Este difícil panorama provocó que la dirección del club reclamara que todos aquellos jugadores que se encontraban sobre la hierba fueran inmediatamente a Casa Club hasta que la policía llegara y pudiera resolver la situación. Cuando los agentes se personaron detuvo a uno de ellos enseguida y al otro, que se había escondido dentro del campo, tardaron en localizarle pero finalmente se hicieron con él. Tras prestar ambos declaraciones, solo la persona que portaba la pistola fue detenida en dependencias policiales.
Hasta el momento no han trascendido las causas que llevaron a los hechos, pero tendría guasa que todo viniera por un cruce de cables en la interpretación de una regla del golf, un deporte tan pacífico.