Esta historia podría herir la sensibilidad de aquellos que no han conseguido nunca un hoyo en uno. Y es que una neoyorquina se convirtió hace unos días en la gran protagonista sobre la hierba del Granada Golf Course de Coral Gables (Florida) al convertir dos ases en la misma ronda.
Pero aquí no queda todo. Margery Hadar, que así se hace llamar nuestra protagonista, tiene 73 años, y comenzó a practicar este deporte hace sólo 36 meses… ¡y el invierno pasado tenía un hándicap de 30! Una proeza que no olvidará nunca.
Ocurrió con un driver, “el mejor palo de mi bolsa”, como lo define Hadar. Desde el tee de salida del hoyo 5 fue capaz de superar los casi 150 metros que le separaban de la bandera y, sólo media hora después, hacía lo mismo en el 7, esta vez ante un hoyo que se encontraba cuesta arriba.
“Es muy emocionante convertir un hoyo en uno, pero hacerlo en dos ocasiones es algo difícil de creer”, afirmó esta agente inmobiliaria que trabaja en la Gran Manzana, pero que pasa la mayor parte del año en Cayo Vizcaíno. “Usé el driver en ambos agujeros. Sí, sé que suena extraño al tratarse de una distancia tan corta, pero lo hice. De hecho, en el 7 –cuya distancia hasta la bandera es de 102 metros- pensaba que la bola había sobrevolado el green. Miré el agujero por mirar y ahí estaba la pelota”, comentó en una entrevista a la PGA.
Una hazaña como ésta merecía celebrarla por todo lo alto. Sin embargo, sus amigos y compañeros de partido no pudieron disfrutar de la invitación protocolaria al no haber bar en la sede del club. “Por suerte, el Granada Golf Course no cuenta con ningún sitio en el que sirvan refrescos o cervezas, si no estoy convencida de que me hubiesen obligado a pagar los platos rotos”, bromeó Hadar, que recordó a su padre.
“Él –Mike Rubin- fue un gran jugador de golf y durante su carrera consiguió un hoyo en uno. Habría sido muy feliz de verme hacer esto”, apuntó.
Ahora, a sus 73 años, Margery Hadar se encuentra en el punto más dulce de su experiencia con este deporte, y a buen seguro que esta anécdota le insuflará aires renovados. “Este tipo de momentos te hacen querer jugar más”. Y eso hará.