El golfista inglés ya tiene otra “hazaña” que añadir a su ya importante hoja de servicios de este 2016: se ha convertido en el primer campeón del Masters de Augusta que ha sido eliminado de los PlayOff de la FedEx Cup sin pegar ni un solo golpe. Alucinante, ¿verdad? Lo cierto es que era algo que se veía venir desde los últimos meses, pues desde que se enfundó la Chaqueta Verde la decadencia en su juego ha sido palpable a uno y otro lado del charco. Y esto ha tenido sus consecuencias.
¿Quién iba a pensar allá por el mes de abril, cuando Willett confeccionó su nuevo calendario después de su triunfo en Georgia, que iba a obtener unos resultados tan malos como para no asegurarse, al menos, el tercero de los eventos de los PlayOff de la FedEx Cup? Absolutamente nadie, ni siquiera el propio deportista británico. De hecho, Willett se había saltado tanto The Barclays como el Deutsche Bank Championship de esta semana –este último por defender el título logrado el pasado año en el Omega Masters suizo-, un hecho que a la postre le impedirá seguir en la postemporada del circuito norteamericano.
El tema es bien sencillo. Willett ocupa en estos momentos el puesto número 100 de la lista FedEx, el último lugar que daría derecho a participar sobre la hierba del TPC Boston de Norton (Massachusetts). Al no jugar esta semana en Estados Unidos, es imposible a todas luces que el golfista de 28 años consiga formar parte de los 70 mejores clasificados que disputarán el BMW Championship. Nada que no hubiera podido solucionar con una actuación decente en cualquiera de los restantes tres Major. Sin embargo, su T37 en Oakmont fue su mejor registro en los demás grandes, unos resultados que no ha mejorado en exceso desde ese evento, pues solo ha podido sumar un Top 20.
Al menos le queda el consuelo de que volverá a Estados Unidos antes de que finalice la presente temporada –y no de turismo-. Será en la Ryder Cup del próximo mes de septiembre, donde será uno de los seis rookies que tratarán de revalidar el trofeo para el viejo continente.