Todavía no había comenzado el evento y ya conocíamos la primera baja sensible sobre la hierba del TPC Sawgrass. Se trata del estadounidense Webb Simpson, que en el trayecto que iba desde su casa de Charlotte hasta Jacksonville –unos 400 kilómetros- se dio cuenta de que prefería volver a su hogar en lugar de disputar el Quinto Grande. Dicho así puede resultar un poco raro, pero el norteamericano tenía, desde luego, una buena excusa para hacerlo.
Desde principios de la semana tanto Webb como su esposa Dowd estaban esperando fervientemente ser padres por cuarta vez, y a punto estuvo el jugador de perdérselo. Según hemos podido conocer gracias a las palabras de Jim McCabe en Golfweek, el deportista de 30 años se encontraba en su coche dispuesto a recorrer las cuatro horas y media que le separan de la sede del The Players cuando, después de 90 minutos conduciendo, tuvo la sensación de que en esos momentos debía de permanecer en casa con los suyos.
“Webb me llamó y me dijo que no se encontraba bien”, afirmó Paul Tesori, caddie del jugador. “Me comunicó que tenía que dar la vuelta y volver a su casa”, continuó. Fue como una señal divina. A los 45 minutos de regresar a Charlotte, su mujer se puso de parto. Así es como el que fuera campeón del US Open en el año 2012 conoció de primera mano el nacimiento de Mercy, la tercera hija de la pareja –que se une de esta manera a su hermano mayor James y a sus dos hermanas Willow y Wyndham-.
Nunca una ausencia en un torneo importante había sabido tan bien.