Otro más que se suma a la moda establecida en las últimas semanas de poner a la venta la mansión. Si hace unos días era Hunter Mahan el que decidía firmar el contrato de compra-venta con Jordan Spieth para que éste adquiriera su casa de Dallas, ahora es el inglés Lee Westwood el que pone el cartel de Se Traspasa a su “casita” de casi un kilómetro cuadrado.
Ahora bien, esta decisión corresponde a motivos de fuerza mayor, como explicó hace unos días a los compañeros del diario The Telegraph: “Siempre dije que en mi vida he tenido prioridades, y que el golf no era una de las importantes. En estos momentos de mi vida mis hijos ocupan esta posición”, afirmó.
Y es que, para quien no lo recuerde, el pasado mes de junio Lee Westwood y Laurae Coltart pusieron fin a su relación después de 16 años de matrimonio y su ya ex mujer decidió dejar Estados Unidos y volverse al Reino Unido con sus dos hijos, Sam (14 años) y Poppy (10 años).
Esto supuso un punto de inflexión en la carrera de Westy, que desde ese momento tuvo claro que no aguantaría mucho tiempo solo en el país de las barras y estrellas. De hecho, en octubre sorprendió al mundo cuando renunció a la tarjeta del PGA Tour. Y ahora, tres meses después de tomar esta decisión, el deportista de 42 años hace las maletas de forma definitiva para cruzar el charco y así pasar más tiempo al lado de sus hijos.
“Me estoy trasladando de nuevo a Gran Bretaña después de renunciar a los privilegios del circuito norteamericano. Es por esto que decido vender la casa de Florida. Ahora jugaré de forma predominante en el European Tour. Siento que voy a estar donde necesito estar”, confirmó el actual número 52 del mundo y jugador de PING.
Ahora bien, Westwood no lo va a poner nada fácil. Quien quiera hacerse con esta estupenda casa deberá poner encima de la mesa 11 millones de dólares –unos 10, 08 millones de euros al cambio-, una cifra que se aleja bastante de los poco menos de 6 millones que el golfista pagó por ella, según apuntan desde Golfweek.