Desde siempre hemos alucinado con los Flop Shots llevados a cabo por Phil Mickelson, el auténtico genio en este tipo de golpes que últimamente ha cedido a Jon Rahm parte de su virtuosismo. Y es que lo de encontrarse en una situación complicada y ser capaz de elevar la bola hasta el cielo para buscar el acercamiento a bandera es uno de esos momentos mágicos que nos podemos encontrar en el campo de Golf.
Y cuando los vemos nos asalta siempre la misma duda: ¿de qué manera podríamos nosotros practicarlos para sorprender a nuestros compañeros de juego llegado el momento? Pues bien, este chico parece tener la solución. Utilizando para ello un WC portátil colocado entre él y el objetivo, es capaz de conectar un golpe perfecto que poco tiene que envidiar a los de Lefty o a los del León de Barrika.