Ignorar esta sencilla responsabilidad puede generar inconvenientes tanto para otros jugadores como para el equipo de mantenimiento del campo
Hacer chuletas —esas marcas que dejamos en la hierba cuando golpeamos la bola— es una parte inevitable del juego de golf. Pero igual de importante que hacerlas es repararlas. Ignorar esta sencilla responsabilidad puede generar inconvenientes tanto para otros jugadores como para el equipo de mantenimiento del campo.
Arreglar una chuleta es un proceso rápido, sencillo y esencial para preservar el terreno de juego
Afortunadamente, arreglar una chuleta es un proceso rápido, sencillo y esencial para preservar la calidad del terreno de juego. Así lo demuestra la USGA en este vídeo, donde se explica paso a paso cómo realizar una reparación adecuada. Con un pequeño gesto, contribuimos al buen estado del campo y a una mejor experiencia para todos.
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