Si alguna vez han tirado la toalla en cuanto a la estética de su swing todavía no se den por vencidos. Al fin y al cabo, la belleza del balanceo del palo no tiene necesariamente que ir aparejado a los resultados sobre el campo. Un claro ejemplo de esto es Michael Jordan, quien posee uno de los swings más poco ortodoxos de la historia reciente… Sin embargo, su efectividad está fuera de toda duda. Y es que, pese a que el ex jugador de baloncesto no ha publicado una puntuación en más de tres años, el hándicap del neoyorquino es de 1,9.
Teníamos constancia de que Jordan era un auténtico apasionado del golf, pero pocas veces había dejado ver los segundos previos al golpeo de la pelota… Y ahora conocemos la razón. Este swing podría postular perfectamente al podio que conforman el también baloncestista Charles Barkley y los profesionales Jim Furyk y Ryan Moore como uno de los más más extravagantes del momento. Llama la atención que, siendo uno de los jugadores con la mecánica de tiro más demoledora de la historia de la NBA, no haya plasmado esa plasticidad en el golf, pero si le da resultados así…
Pensarán que estamos exagerando, pero nada más lejos de la realidad. Y a las pruebas nos remitimos.