El putt es una de las partes más importantes del juego, una suerte que bien vale la pena dominar si no se quiere fastidiar una buena ronda con el resto de palos. O visto de otra manera: un día iluminado en las inmediaciones del hoyo puede compensar cualquier jornada aciaga en el resto de facetas. Para estos casos ser un completo francotirador desde la larga distancia es tener medio cielo ganado. Y si no que se lo digan a Brett Stanford, un miembro del popular grupo How Ridiculous que estableció ¡el récord Guinness del putt más largo convertido en la historia!
Ni más ni menos que 120 metros de putt. Sí, lo han leído bien, 120 metros que superan con creces los 114 que firmó Fergus Muir en el año 2001 en Saint Andrews y que suponían hasta la fecha el récord mundial en estas lides. La alegría está más que merecida.