Para que luego digan que los aficionados no se pueden llevar a casa unos cuantos miles de dólares jugando al golf. Vale, esto sigue siendo así en los torneos de los diferentes circuitos, pero una empresa ha tenido la gran idea de darles la oportunidad a los jugadores amateurs de que muestren sus habilidades en algunos par 3 de Estados Unidos para optar a grandes premios en metálico, ¡y todo a través de una aplicación para los dispositivos móviles! La APP en cuestión se denomina Eagle Watch Golf y hace unos días ha permitido a un fontanero de 38 años ganarse un interesante sobresueldo de diez mil dólares ahora que los regalos de Navidad se encuentran a la vuelta de la esquina.
El sistema es muy sencillo. Hay que registrarse a través de la aplicación o la página web, localizar un campo integrado dentro del sistema, establecer la cantidad de dinero a apostar –cinco o diez dólares-… ¡y disparar con puntería! El premio obtenido varía en función del resultado y de la cantidad de dinero apostada. Desde dejarla en green, hasta el Hoyo en Uno y su bote extra, pasando por la altura de bandera, son muchos los dólares que una persona puede conseguir si tiene las aptitudes necesarias.
¿Y nadie puede hacer trampas?, pensarán. Que lo intenten. Todos los par 3 asociados cuentan con cámaras de alta definición –una en el tee y otra en el green- para grabar todos los tiros y analizarlos en la central de la compañía, además de que el propio complejo dispone de personal que se encuentra dando vueltas alrededor del hoyo durante la jornada. La idea está integrada ya en 30 campos de todo el país, pero lo más duro vendrá ahora, cuando tengan que lidiar con las leyes del juego de algunos estados.
“En términos generales, lo que hemos creado tiene dos componentes muy importantes a la hora de intentar expandirnos por todo Estados Unidos”, reconoce el fundador Clint McKinley. “Es una propuesta de bajo riesgo, porque solo se permite jugar una vez al día y con un máximo de diez dólares. En segundo, porque tiene que ver con la habilidad de cada uno, no con la de terceras personas”, reconoce el empresario.
Gracias a este sistema, las tres decenas de complejos han encontrado una vía de financiación extra solo por permitir la instalación de las cámaras y revisar su correcto funcionamiento. “No es la panacea para la industria del golf, pero sí una manera de generar más ingresos, fidelizar a los clientes y atraer a más jugadores”, afirma John Brown, CEO de Brown Golf Management. “Además, gracias a las cámaras conseguimos atrapar hace unos días a unos vándalos que destrozaron uno de nuestros greenes con sus motos”, apuntó. Si viene para ayudar, toda piedra hace pared.