Cuando un jugador coge los palos por primera vez y asiste a su primera clase es inevitable soñar con verse en el Augusta National rodeado de los mejores jugadores del mundo y siendo el centro de atención. Pues bien, esto lo va a ver cumplido en unos meses el argentino Abel Gallegos, que se ha llevado el billete para jugar en Georgia después de salir campeón del Latin America Amateur Championship, torneo disputado desde el pasado jueves sobre la hierba de El Camaleón GC mexicano.
El jugador de 17 años no era el gran favorito para el triunfo -estos honores le correspondían al local Aarón Terrazas-, pero se fue haciendo poco a poco un hueco entre los mejores para acabar dando el arreón definitivo el domingo. Tres birdies sin errores en los nueve primeros hoyos, unidos a dos nuevos aciertos en la segunda parte del recorrido, le permitieron alcanzar el cuatro bajo par con el que aventajó en cuatro impactos al local Terrazas para convertirse en el primer argentino en conseguir triunfar en este torneo desde que echara a rodar en 2015.
En las cinco ediciones anteriores, Chile había mostrado sus cartas con las victorias de Matías Domínguez (2015), Toto Gana (2017) y Joaquín Niemann (2018), salpimentadas con las conquistas del costarricense Paul Chaplet (2016) y el mexicano Álvaro Ortiz (2019). Pero no ha sido hasta ahora cuando un argentino ha dado un paso adelante para llevar la alegría al país sudamericano. Y seguramente no había un mejor momento. ¿La razón? Desde la presente edición el ganador tiene el privilegio de llevarse dos invitaciones para participar en el Masters de Augusta y en el Open Championship.
“Es increíble”, repetía con insistencia Gallegos tras embocar el putt para birdie en el 18. “Estoy en una nube ahora mismo”, atinaba a decir. “Mi objetivo primordial esta semana era tener una mínima oportunidad de triunfo de cara al domingo. Lo cumplí y esto va a hacer que a partir de ahora crea más en mí mismo. Esta victoria va dedicada a toda Argentina”, sentenció, sólo unos minutos antes de que el campeón Ángel Cabrera le hiciera llegar un mensaje de texto a su móvil. “Te estaré esperando en el Masters para que puedas disfrutar de ese gran torneo”, le dedicó el bicampeón de Majors. El sueño parece no conocer fin.