Acabó en Sant Cugat el Alps Peugeot Tour con dos conclusiones: se impuso el ránking mundial -ganó Larrazábal (nº85)- y Javier Ballesteros hizo su debut entre profesionales a la altura de éstos: decimocuarto, con rondas de 65+73+68 y un global de -4.
Sobre esta última cuestión se podrán poner objeciones de diversa índole, pero las cifras son las que son. El hijo mayor de Seve Ballesteros, de 21 años y aún ‘amateur’, cumplió más allá de las expectativas, posiblemente como hizo su padre en 1974 cuando debutó aunque como profesional con 17 años y acabó vigésimo.
Ballesteros Botín empató con Carlos García Simarro, un ‘pro’ sin dudas, y a tres vueltas fue un golpe mejor que el contrastado catalán Álvaro Velasco y dos mejor que el madrileño Pedro Oriol, con el que se entrena en muchas ocasiones.
Mientras que Javier Ballesteros jugó cómodo al golf entre profesionales, en Sant Cugat se impuso la lógica del ránking mundial. Larrazábal, el nº85 del mundo -el mejor de todos los participantes-, profesional de El Prat y buen conocedor de los trucos de este par 70 de Terrassa, ganó de manera impecable, con una tarjeta final esclarecedora de 65 golpes.
Ivó Giner, catalán de este mismo campo, fue segundo a cuatro golpes, y tercero acabó el francés Gary Stal.